Cuaresma: "un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad”.
La Iglesia Católica inicia hoy, con el Miércoles de Ceniza, el tiempo litúrgico de la Cuaresma.
El Papa Francisco nos invita a “vivir la Cuaresma como camino
de conversión y oración, y para compartir nuestros bienes”, así como a vivir
“una Cuaresma de caridad que quiere decir, cuidar a quienes se encuentran en
condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de
COVID- 19”.
“En la Cuaresma, estemos más atentos a ‘decir palabras de
aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan’, en lugar
de ‘palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian’. A
veces, para dar esperanza, es suficiente con ser ‘una persona amable, que deja
a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una
sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de
escucha en medio de tanta indiferencia’”, advirtió el Papa.
En este tiempo de conversión renovemos nuestra fe, saciemos
nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibamos con el corazón
abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo.
- - ¿Qué
es la Cuaresma?
Durante 40 días y a través de la vivencia del ayuno, la
oración y la limosna, los fieles se preparan para la Semana Santa en la que se
actualizan los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
En este tiempo los fieles están llamados a trabajar de manera
especial en la conversión personal, exhortación que durante la imposición de
las cenizas expresa el celebrante con las palabras: "Convertíos y creed en
el Evangelio".
Asimismo, con la expresión "Acuérdate que eres polvo y
al polvo volverás" se recuerda la caducidad y fragilidad de la vida humana
en la que la muerte es un destino inevitable.
- - ¿Cuál
es su origen histórico?
En la Roma antigua, los fieles comenzaban con una penitencia
pública el primer día de Cuaresma en el que eran salpicados de cenizas, se
vestían con un sayal y estaban obligados a mantenerse alejados hasta que se
reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo.
Cuando estas prácticas cayeron en desuso entre los siglos
VIII y X se comenzó a colocar las cenizas en las cabezas de todos los miembros
de la congregación.
Actualmente los fieles son marcados con una cruz en la frente
con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos
anterior.
- - ¿Cuál
es el significado simbólico de la ceniza?
La ceniza, del latín "cinis", es producto de la
combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico
de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. Muchas
veces se une al "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y
ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, realizamos el
gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente. Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que
nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la
marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con
el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y
destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida
pascual de Cristo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos
expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio"
(Cf Mc1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver"
(Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra
caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de
vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.
Información obtenida de arciprensa.com
“Miren, estamos subiendo a Jerusalén... (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad”.
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