Como cada año se repiten las caras de felicidad, de inocencia, de entusiasmo, y amor. Son esas caras las que todos los años se repiten en cada 6 de enero, día de la Epifanía, fiesta de la revelación de Jesús al mundo.
La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.
Nuestra Hermandad ha vivido uno de los momentos más bellos e ilusionantes de cada año, pues ver la felicidad en la cara de los que más lo necesitan no tiene precio y no hay palabras para explicarlo.
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