El olor a nardo aún queda impregnado en nuestra calles, mientras el redoble del tambor se marcha a lo lejos, las campanas cesan su entusiasmo y los cohetes callan.
Un año más San Joaquín ha paseado por las calles de su ciudad cumpliendo fiel a la cita con su gente. Los abuelos caminaron sobre los hombros de valientes, costaleros es una palabra corta para ellos, mujeres y hombres, que con su devoción y amor no dudaron un año más en portar a nuestro Patrón, gente comprometida que hace posible el caminar del orgullo de un pueblo, 32 corazones que latían al son de la música, chicotá tras chicotá consiguieron cumplir con su objeto, que San Joaquín y Santa Ana recogieran el amor de su pueblo, que sus fieles cumplieran sus promesas y consolaron las penas de muchos.
Gracias igualmente a todos aquellos que año tras año hacen posible que nuestras fiestas, nuestras tradiciones no queden en el olvido, los que hacen que año tras año se repita lo que nuestros abuelos nos enseñaron, con las que nos sentimos orgullosos de poder decir yo soy de Maracena, yo soy maracenero. Policia Local, Guardia Civil, Protección Civil, Ayuntamiento, floristas, Mantillas, monaguillos, bandas... todo un conjunto de una maquinaria compleja que esta Hermandad trata encajar cada año, en cada salida, aprendiendo de los errores y conservando los aciertos.
Por ello la Junta de Gobierno quiere dar las gracias a todos ellos, y a todos lo que conforman esta gran familia.
"Soy de Maracena, nunca estoy sólo, San Joaquín y la Virgen de los Dolores van a mi lado, y ellos nunca están solos yo camino junto a ellos"
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